sobre la hipocresía

sobre la hipocresía

El número de puestas que admite una camisa blanca sin perder su tono original

depende directamente del número de mujeres con que su portador intercambie

besos, abrazos o caricias.

Por favor, no entiendan ustedes la relación expuesta entre color y duración

como la insinuación de un mujeriego.

Conviene advertir que el gesto afectivo

puede provenir de una mujer que sea su propia madre,

o la madre de su madre, o incluso de alguna amiga de esta última que,

bien sea guiada por el cariño que concede una amistad,

por la envidia de reconocer en rostro ajeno tiempos pasados irrecuperables

o por ambos sentimientos,

manifiesta un cariño excesivo hacia uno.

El blanco de mis camisas

siempre ha sospechado

de esas correspondencias inmerecidas.

© Blanco sobre blanco (1918) Kazimir Malevich